OTAOLA, EL LÍDER FENÓMENO Y LA LISTA NEGRA CASTRISTA

Por Antonio Ramos Zúñiga

No es un simple presentador, tampoco un mero showman y cuando lo definen “comunicador polémico”, la etiqueta se queda corta. Se llama Alexander Otaola, es un outsider, rara avis, un espectáculo en sí mismo, hombre de agallas, tan zahiriente anticastrista que la dictadura cubana lo ha metido en una lista negra de enemigos políticamente incorrectos, a quienes llama terroristas. Desde hace años, se ha convertido en un fenómeno mediático y político, con un altísimo rating de millares de seguidores de todas las tendencias, veteranos, milenials, hispsters, anticastro, procastristas, liberales, republicanos, gays, artistas, gente culta y de todos los estratos, desde Hialeah a Coral Gables pasando por La Habana y en las redes sociales donde más suena, etcétera. Su extendida audiencia responde, sin duda, a que no tiene pelos en la lengua, no es una mascarada, va directo al grano, no teme ser anticastrista, no esconde su preferencia sexual, y lo que más gusta es que arrolla al adversario con despierta inteligencia, gesticulante, profano ante la barbarie, igual que lo hacía Chaplin cuando era atacado por imbéciles. Es el anticastrista más odiado por la izquierda, los seudoliberales y los comunistas machistas y homofóbicos del zoo neocastrista miamense. Es, además, la antítesis de otros influencers y comunicadores del seudoexilio de la cultura asere que se dedican a regar bolas, el  brete, la chusmería y a cortejar el castrismo.

De la Media a la política, ideología y show

Su barba y gorra, su indumentaria informal y juvenil, sin llegar a la exageración ultra posmoderna, y su interloquio espontáneo, en general la novedad de su estilo, fascina a sus seguidores y desagrada a la competencia envidiosa, que no para de difamarlo. Algunos en el exilio histórico al principio estuvieron renuentes a respaldar su liderazgo, porque creían que la causa anticastrista no debía banalizarse en la televisión. Craso error. La causa debe ser revelada por todos los medios posibles, y la influencia del arte y la cultura en cualquiera de sus manifestaciones es uno de los más efectivos  recursos para llegar a la recepción masiva, ha sido el modo que el marxismo cultural ha utilizado para copar los canales de la propaganda mundial a su favor.

Además de influencer, que significa modelador o promotor de gustos y tendencias (no necesariamente políticos) (1) y paladín comunicador, Otaola estudió en Cuba en la escuela de deportes ESPA. Luego se vinculó al teatro, la radio y el cine en Camagüey y La Habana. Cree en Dios y es martiano. En 2023 comenzó su vida de exiliado en Miami donde sobrevivió trabajando como cajero y panadero, etc. Comenzó a trabajar en telenovelas hispanas en 2008, hasta que saltó a MegaTV, donde participó en el programa Esta noche, conducido por Alexis Valdés (2). Desde entonces, su vertiginoso ascenso en el mundo artístico se verificó en 2017 con Hola Ota-Ola! en YouTube, un programa novedoso y chispeante, muy polémico, que prendió entre cubanos e hispanos en Estados Unidos, por el cual se ganó el epíteto de “Rey del chisme”, al mismo tiempo que desempeñaba su otra faceta, activista pro derechos humanos en la isla y ferviente crítico del totalitarismo castrista.

Ascendiendo hasta Trump

El éxito de su activismo, su coraje y su capacidad para generar influencia de convocatoria masiva es lo que no le perdona el castrismo. Desde los tiempos de Mas Canosa y Pérez Roura, ningún líder exiliado llenó las calles, como lo ha hecho Otaola, quien además llena las redes sociales y exporta globalmente el llamado por Cuba libre. Otaola ha viajado por varios países, incluyendo el Vaticano, condenando la violencia del régimen contra la oposición pacífica, participó en la manifestación en Washington durante las protestas del movimiento Patria y Vida de julio 11 y en 2021 promovió junto a Rosa María Payá, del Movimiento Cristiano Liberación, y varios eurodiputados, la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba. Sin temor a represalias, también ha revelado listas de procastristas, falsos anticastristas y espías infiltrados en el exilio. No teme, no tiene guardaespaldas, no se calla, y es muy efectivo demoliendo a sus detractores.

El tope de su carrera política llega en octubre de 2020 cuando conoce en persona a Donald Trump y el presidente respalda sus denuncias contra el castrismo, de este modo Otaola se vuelve universal. Desde este momento, su vínculo con la alta política del exilio se estrechó, es apoyado por el senador cubanoamericano Marco Rubio, por los congresistas Mario Díaz Balart, María Elvira Salazar, por la senadora estatal Ileana García, por la mayoría de los líderes del exilio, exceptuado los liberales de izquierda. Su nombre resuena en la prensa y el congreso de Estados Unidos. Sin embargo, Otaola no es un político clásico (3), mantiene su programa habitual -que es su tribuna- y su ideología, que es la defensa de la libertad. En abril de 2023, aspiró como independiente a la alcaldía del condado Miami-Dade, alegando que haría del condado una “zona libre de comunistas”, de ahí no pasó. Los neocastristas se burlaron de su pretensión, pero más de 30 mil oyentes conectados a su programa habrían votado por él. Si no nos falla, tal vez su destino sea participar en el liderazgo de la liberación que represente a la nueva Cuba.

La respuesta al monstruo

Este año, al aparecer en la lista terrorista del régimen y ante la amenaza de extradición, Otaola respondió esto a la dictadura en las redes sociales: Canel, mira lo que hago con la extradición: me limpio el fotingo y mostró un rollo de papel sanitario con el rostro impreso del dictador cubano. Esto provocó en las redes y fuera de ella una avalancha de repudio en contra del castrismo y un millón de likes para Otaola. El rollo sanitario le ha dado la vuelta al mundo.

Bio

 

Alejandro Otaola Casal, alias Alex, nació en la ciudad de Camagüey, Cuba, el 28 de abril de 1979. Perfil profesional: actor de doblaje, actor de televisión, escritor, conductor de radio, influencer, militante democrático. Político no convencional, filiación partidista: Partido Republicano de los Estados Unidos.

Con sólo 10 años, comienza a dar sus primeros pasos en la actuación, integrándose a las actividades artísticas de la escuela. En 1997 pasa al mundo profesional en el Conjunto Dramático de Camagüey, donde interpreta personajes clásicos del repertorio teatral internacional. A fines del 2003, llega a Miami, donde durante cinco años se retira de la actuación, pero en el 2008, regresa a la televisión a laborar en varias telenovelas de las cadenas más importantes de habla hispana de los Estados Unidos. Ganó el premio al Mejor Monólogo de Teatro del Año (2010), así como el I Festival Internacional de Obras de Pequeño Formato (2011), por Mejor Actor de Monólogo (Compartido). Desde 2009, trabajó como actor de doblaje en la hoy difunta empresa BVI Communications Inc. En este medio, es más conocido por haber realizado numerosas voces adicionales y personajes episódicos en la serie de animación para adultos South Park, de los que quizás su personaje más conocido sea Kip Drordy (4).

 

Notas

(1) El término circunstancialmente se aplica en política y a los comunicadores comerciales. No significa modelador o constructor de conciencias, como a veces se dice, aunque sí puede implicar “venta” de agendas políticas.

(2) Se distanció de Alexis Valdés, cuando este último asumió posiciones políticas neocastristas.

(3) Una valoración de Otaola que recomiendo, ver de Jorge de Armas: “Tres reflexiones apuradas sobre Alexander Otaola”, Hypermedia magazine, página digital, febrero 28, 2021.

(4) Fuente: Doblaje wiki, página de internet, y página web relacionadas d ela industria fílmica.

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